Los pobres y el mal en el mundo

 

Hoy quiero compartir algo que me pasó ayer. Hay un hombre vagabundo cerca de donde vivo y llevo tiempo viéndolo durmiendo en un banco y a veces en el suelo con un saco para guardarse del frío. De vez en cuando la gente le daba algo de dinero o de comida. Ayer el Señor me tocó el corazón y al entrar en el supermercado lo ví por allí cerca y decidí comprarle algo de comer.

Cogí varias cosas para que tuviera una buena y variada comida, pan, queso, jamón y fruta. Ya las tenía en el carrito cuando lo veo que ha entrado en el súper y estaba mirando la sección de embutidos. Me acerco a él y lo saludo, y le digo que le voy a comprar algo de comer. Me miró con cara extrañada. Le pregunto si le gusta el queso, me dice que no. Si le gusta el jamón. . . no tampoco. Le enseño la fruta, y con la cabeza me dice que no. Ese hombre está muy delgado, como si no comiera. Ya no supe que hacer porque ví que no le interesaba la comida en verdad. Finalmente me dijo que lo dejara tranquilo. . . Nunca en la vida me hubiera imaginado que una persona así no agradeciera que alguien lo ayudara.

Entonces, volviendo al tema de los pobres y destitutos, las cosas no son casi nunca como aparentan. No sé qué le ha llevado a ese hombre a estar así pero quedó claro para mí que este mundo está perdido sin el Señor Jesucristo. Él es el único que nos puede salvar de tantas cosas. No sabremos hasta que estemos en el cielo con Él cual es la razón de todas las cosas que no entendemos ahora.

Cualquiera que vea a este hombre vagabundo seguro siente lástima por él y quiere hacer algo para ayudarle. Sin embargo, también he visto a este mismo hombre pidiendo dinero por las cafeterías de la zona, y mucha gente se lo dá con buena intención y no saben que a lo mejor le están haciendo más mal que bien.

Yo normalmente no doy dinero a los que piden por la calle porque no sé cuáles son las circunstancias y sospechaba que el dinero lo iban a gastar en cigarrillos o en alcohol. Ayer lo comprobé en persona.

Y para finalizar también diré que sé positivamente que lo mejor en la vida es hacerse hijo de Dios porque es un Padre que provee para sus hijos siempre.

«No os engañéis, Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, esto también segará» Gálatas 6:7

Santa Biblia, vs, Reina Valera