¿Qué tiene en común la teoría de la evolución con las hojas de higuera de Génesis 3 en la Biblia?

La historia de Adán y Eva me recuerda a la historia de la teoría de la evolución. Ustedes preguntarán: ¿Cómo es eso? Pues es muy sencillo, lo vamos a ver leyendo el relato de Génesis 3:1-12

Génesis 3:1-10
Reina-Valera 1995 (RVR1995)

Desobediencia de Adán y Eva
3 La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, y dijo a la mujer:
—¿Conque Dios os ha dicho: “No comáis de ningún árbol del huerto”?
2 La mujer respondió a la serpiente:
—Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: “No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis.”
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
—No moriréis. 5 Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y el mal.
6 Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió al igual que ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, hojas de higuera y se hicieron delantales.
8 Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó:
—¿Dónde estás?
10 Él respondió:
—Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí.

Adán y Eva acababan de desobedecer a Dios, y de pronto se dan cuenta que están desnudos. Antes de esto vivían en ese estado, libres de todo peso y carga, y el andar desnudos era de lo más normal para ellos, pero ahora ya no. Al ver su desnudez se avergonzaron, y decidieron hacer algo al respecto. Vieron una higuera y decidieron arrancar varias hojas para cubrirse. El temor se había apoderado de ellos.

Al poco rato Dios se presenta ante ellos: “¿Dónde estás?” Adán responde: “Oí tu voz en el huerto y tuve miedo porque estaba desnudo; por eso me escondí. «¿Quien te dijo que estabas desnudo?» le pregunta Dios.

Antes de este incidente, Adán y Eva hablaban con Dios libremente, sin temor. Ahora se esconden de Dios, se cubren con hojas de árboles, y les entra pánico de verse cara a cara con Dios. Sobre todo, tienen temor de oír la voz de Dios.

Esto es lo mismo que les ha pasado a los ateos, tienen miedo de Dios y Su palabra porque saben que han pecado, por lo que intentan taparse con las hojas de la teoría de la evolución pensando que así van a escapar al escrutinio de Dios. Se imaginan, como hicieron Adán y Eva, que de esa forma no tienen que oír Su voz, pues eliminan Su palabra, la Biblia. Las maquinaciones de los hombres de hoy día se parecen a las de los hombres de entonces, se esconden de Dios.

La Biblia hace que nos sintamos culpables porque la palabra de Dios discierne nuestra condición: es oír la voz de Dios que nos habla. Como estamos desnudos ante Su presencia en cuanto a nuestros pecados, el temor que esto nos causa nos lleva a taparnos con lo que podamos, cada uno busca su tapadera, pensando que nos escondemos de Dios. Nada más lejos de la realidad, porque no hay lugar donde esconderse de Él ya que Dios está en todas partes y lo ve todo.

Adán termina echándole la culpa a Dios por haberlo desobedecido, diciendo que era la mujer que Dios le dio la culpable, porque Él se la dio. “La mujer que tú me diste, ella me dio y yo comí”.

Como vemos, ya desde el principio del mundo, el hombre pecador busca una excusa para culpar a Dios de su desobediencia. Es por esto que la teoría de la evolución es solo una excusa por parte de los ateos para esconderse de Dios, queriendo aparentar que no creen pero se esconden del Él de la misma forma que los primeros hombres.