La pregunta más importante de la vida es como llegar a tener la paz con Dios y la certeza de la salvación, sin embargo muchos están confundidos debido al evangelio corrompido que les han enseñado. Muchos de nosotros nos hemos encontrado así sin saber que hacer ni cómo encontrar las respuestas. Pero en Las Escrituras vemos por fin que no es nada complicado entender esto. Se puede leer numerosas veces que la fe en Cristo es el medio por el cual un pecador es declarado perdonado por Dios y es recibido por hijo.
Cuando Cristo murió en la cruz una de sus últimas palabras fueron tetelestai , que significa “Consumado es” (Juan 19:11). En griego esta palabra se usa para transacciones comerciales y después de realizar un pago se escribía en una cuenta débito y quería decir: “Cuenta cancelada al completo”. La muerte de Cristo fue totalmente suficiente para todos los que depositan su confianza en Él exclusivamente.
De eso salen dos implicaciones:
- No es por esfuerzo humano. Si Cristo pagó el precio total de nuestra salvación, entonces no somos recibidos en base a nuestros meritos. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9). La salvación es sobre todo un don gratuito.¿Significa esto que podemos salvarnos y vivir después como nos dé la gana? Esto lo preguntan a menudo los que creen que las obras deben ser parte de la salvación. “Aun si Cristo pagó la cuota inicial, por así decirlo, nosotros deberíamos encargarnos de pagar las mensualidades” dicen. No, esto no es así.
- Dios obra siempre en el ser humano por medio del Espíritu Santo. Lo que no entienden los que no han experimentado el milagro del nuevo nacimiento, es que este cambio es operado por Dios en la persona del Espíritu Santo por medio de la fe en Cristo. Este cambio es tan radical que la persona ya no tiene los mismos deseos que antes tenía de pecar, y ahora quiere obedecer a Dios y hacer lo correcto. Eso es lo que significa creer en Cristo para salvación. Creer quiere decir CONFIAR, en este caso confiar tu salvación EXCLUSIVAMENTE A ÉL, o sea, llega el momento que el Espíritu Santo te revela por medio de la lectura de la Palabra de Dios que Jesús ha pagado TODA TU DEUDA por ti y tú solo tienes que aceptarlo creyéndolo sin ninguna duda.
El milagro del nuevo nacimiento sucede directamente en el momento de ejercer la fe salvadora que viene de Dios. Encontramos decenas de relatos de conversión que confirman esto en el Nuevo Testamento. Ejemplos como el de Lidia la vendedora de púrpura cuyo corazón Dios abrió para escuchar la verdad (Hechos 16:14); o el del eunuco etíope (Hechos 8:26-38); o el del ladrón en la cruz (Lucas 23:32-43), todos los que creyeron que Jesús era el único que podía salvarlos lo fueron debido al don gratuito de la fe.
Entonces, ¿quiere decir esto que no es necesario que hagamos nada bueno el resto de nuestra vida? Claro que no quiere decir esto. Lo que quiere decir es que al contrario de lo que enseñan las religiones hechas por hombres, que la obras son primero y si haces las suficientes te vas a salvar (en cuyo caso ¿para qué necesitas a Jesucristo?), la Biblia enseña que la salvación por la fe es PRIMERO y las buenas obras se hacen DESPUÉS de recibir la salvación y son evidencia de la realidad de tu conversión. En otras palabras, las obras que Dios acepta son las que se hacen como resultado de haber recibido la salvación.
Esto no incluye seguir rituales de ninguna clase, sino tener amor primero por Dios y obedecerlo, y segundo tener amor por el prójimo ayudándolo en todo lo que puedas. Esto debe incluir compartir tu fe con ellos para que sean salvos y puedan tener la seguridad de ir al cielo con Dios cuando salgan de este mundo.
Esto es obtener la paz con Dios y disfrutar de la paz de Dios. Es algo maravilloso.
Santa Biblia, vs. Reina Valera