Cómo encontrar ayuda en la Biblia para todas tus necesidades (Primera parte)

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AL ENTRAR EN LA UNIVERSIDAD

Proverbios 2:1·8

HIJO mío, si tomares mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

2 Haciendo estar atento tu oído á la sabiduría; Si inclinares tu corazón á la prudencia;

3 Si clamares á la inteligencia, Y á la prudencia dieres tu voz;

4 Si como á la plata la buscares, Y la escudriñares como á tesoros;

5 Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.

6 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

7 El provee de sólida sabiduría á los rectos: Es escudo á los que caminan rectamente.

8 Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos.

 

Proverbios 3:1·18

Hijo mío, no te olvides de mi ley,

Y tu corazón guarde mis mandamientos;

2 Porque largura de días y años de vida

Y paz te aumentarán.

3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;

Atalas a tu cuello,

Escríbelas en la tabla de tu corazón;

4 Y hallarás gracia y buena opinión

Ante los ojos de Dios y de los hombres.

5 Fíate de Jehová de todo tu corazón,

Y no te apoyes en tu propia prudencia.

6 Reconócelo en todos tus caminos,

Y él enderezará tus veredas.

7 No seas sabio en tu propia opinión;

Teme a Jehová, y apártate del mal;

8 Porque será medicina a tu cuerpo,

Y refrigerio para tus huesos.

9 Honra a Jehová con tus bienes,

Y con las primicias de todos tus frutos;

10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,

Y tus lagares rebosarán de mosto.

11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,

Ni te fatigues de su corrección;

12 Porque Jehová al que ama castiga,

Como el padre al hijo a quien quiere.

13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,

Y que obtiene la inteligencia;

14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,

Y sus frutos más que el oro fino.

15 Más preciosa es que las piedras preciosas;

Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

16 Largura de días está en su mano derecha;

En su izquierda, riquezas y honra.

17 Sus caminos son caminos deleitosos,

Y todas sus veredas paz.

18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,

Y bienaventurados son los que la retienen.

 

Proverbios 4:1·27

Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,

Y estad atentos, para que conozcáis cordura.

2 Porque os doy buena enseñanza;

No desamparéis mi ley.

3 Porque yo también fui hijo de mi padre,

Delicado y único delante de mi madre.

4 Y él me enseñaba, y me decía:

Retenga tu corazón mis razones,

Guarda mis mandamientos, y vivirás.

5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;

No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;

6 No la dejes, y ella te guardará;

Amala, y te conservará.

7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;

Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

8 Engrandécela, y ella te engrandecerá;

Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.

9 Adorno de gracia dará a tu cabeza;

Corona de hermosura te entregará.

10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones,

Y se te multiplicarán años de vida.

11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado,

Y por veredas derechas te he hecho andar.

12 Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos,

Y si corrieres, no tropezarás.

13 Retén el consejo, no lo dejes;

Guárdalo, porque eso es tu vida.

14 No entres por la vereda de los impíos,

Ni vayas por el camino de los malos.

15 Déjala, no pases por ella;

Apártate de ella, pasa.

16 Porque no duermen ellos si no han hecho mal,

Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.

17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;

18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,

Que va en aumento hasta que el día es perfecto.

19 El camino de los impíos es como la oscuridad;

No saben en qué tropiezan.

20 Hijo mío, está atento a mis palabras;

Inclina tu oído a mis razones.

21 No se aparten de tus ojos;

Guárdalas en medio de tu corazón;

22 Porque son vida a los que las hallan,

Y medicina a todo su cuerpo.

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;

Porque de él mana la vida.

24 Aparta de ti la perversidad de la boca,

Y aleja de ti la iniquidad de los labios.

25 Tus ojos miren lo recto,

Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.

26 Examina la senda de tus pies,

Y todos tus caminos sean rectos.

27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;

Aparta tu pie del mal.

 

Santa Biblia, vs. Reina Valera

 

 

 

Published in: on -12002013-11-28T11:46:16-12:0030000000bJue, 28 Nov 2013 11:46:16 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 am11  Comments (5)  

Darwin: «Todo es resultado de leyes planeadas»

Young Darwin
Fragmento de una carta de Darwin al botánico Asa Gray, en la que comenta la reacción a su teoría de la Evolución y que clarifica bastante su punto de vista:
«Con referencia al punto de vista teológico de la cuestión, esto siempre es doloroso para mí. Estoy perplejo. No tenía la intención de escribir de forma atea. Pero reconozco que no puedo ver tan claramente como otros hacen, y como me gustaría hacer, indicios de designio y benevolencia a todo nuestro derredor.
Me parece que hay mucha miseria en el mundo. Por el contrario, no puedo contentarme  tampoco observando de cualquier modo este maravilloso universo, y en especial la naturaleza del hombre, y llegar a la conclusión de que todo es el resultado de la fuerza bruta.
Me inclino por considerar que todo es el resultado de leyes planeadas, y los detalles, sean buenos o malos, se dejan al resultado de lo que podemos llamar casualidad. No es que esta idea me satisfaga totalmente. Siento en sumo grado que todo este asunto es demasiado profundo para el intelecto humano. De la misma manera un perro pudiera especular acerca de la mente de Newton»
Charles Darwin Naturalista inglés Padre de la Teoría de la Evolución y autor de «El origen de las especies» Universidad de Cambridge.
Pero es necesario contar con una evidente grandeza de espíritu, que conlleva siempre una sublime humildad (como la que el gran naturalista muestra en estas declaraciones) para aceptar sin ningún resquemor que intentar entender la mente de Dios es como si un perro intentara entender la mente de Newton. Desgraciadamente, estas nobles cualidades no abundan en ciertos sectores intelectuales.
Todo es resultado de leyes planeadas<br /><br /><br /><br /><br />
Fragmento de una carta de Darwin al botánico Asa Gray, en la que comenta la reacción a su teoría de la Evolución y que clarifica bastante su punto de vista:<br /><br /><br /><br /><br />
"Con referencia al punto de vista teológico de la cuestión, esto siempre es doloroso para mí. Estoy perplejo. No tenía la intención de escribir de forma atea. Pero reconozco que no puedo ver tan claramente como otros hacen, y como me gustaría hacer, indicios de designio y benevolencia a todo nuestro derredor. Me parece que hay mucha miseria en el mundo. Por el contrario, no puedo contentarme  tampoco observando de cualquier modo este maravilloso universo, y en especial la naturaleza del hombre, y llegar a la conclusión de que todo es el resultado de la fuerza bruta. Me inclino por considerar que todo es el resultado de leyes planeadas, y los detalles, sean buenos o malos, se dejan al resultado de lo que podemos llamar casualidad. No es que esta idea me satisfaga totalmente. Siento en sumo grado que todo este asunto es demasiado profundo para el intelecto humano. De la misma manera un perro pudiera especular acerca de la mente de Newton"</p><br /><br /><br /><br />
<p>Charles Darwin<br /><br /><br /><br /><br />
Naturalista inglés<br /><br /><br /><br /><br />
Padre de la Teoría de la Evolución y autor de "El origen de las especies"<br /><br /><br /><br /><br />
Universidad de Cambridge</p><br /><br /><br /><br />
<p>Pero es necesario contar con una evidente grandeza de espíritu, que conlleva siempre una sublime humildad (como la que el gran naturalista muestra en estas declaraciones) para aceptar sin ningún resquemor que intentar entender la mente de Dios es como si un perro intentara entender la mente de Newton. Desgraciadamente, estas nobles cualidades no abundan en ciertos sectores intelectuales.
Published in: on -12002013-11-26T04:25:11-12:0030000000bMar, 26 Nov 2013 04:25:11 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 am11  Comments (1)  

La Tierra es joven

Foto misteriosa
La rotación de la tierra indica una tierra joven.   La velocidad con que la tierra gira, que actualmente es de alrededor de 1000 millas [1,609 Km.] por hora, está disminuyendo gradualmente. Esto es causado por las fuerzas de atracción (gravedad) del sol, de la luna, y otros factores más.
Si la tierra como se afirma, de veras tuviera miles de millones de años, ¡ya habría dejado de girar sobre su eje!  Esta es una evidencia más de que nuestro mundo no es muy viejo. Lord Kelvin (el físico del siglo XIX que introdujo la escala de temperatura Kelvin) usó esta lentificación en la rotación, como argumento en favor de que la tierra no podía ser muy vieja. Es más, ahora se sabe que la disminución en la velocidad de la rotación, es aún mayor de lo que se pensaba antes (Thomas G. Barnes, “Physics:: A Challenge to ‘Geologic Times,’” Impact 16, July 1974).
Usando un cálculo diferente y extrapolándonos hacia atrás, a partir de nuestro ritmo actual de rotación, podemos calcular que hace 5 mil millones de años nuestro planeta habría tenido que estar girando tan rápidamente, que habría cambiado su forma por la de una tortilla (discoide), y que aún hoy tendríamos todavía, los efectos de eso: Nuestro ecuador se proyectaría unas 40 millas [64 Km.] hacia el cielo, y nuestras áreas tropicales junto con los océanos, estarían en los polos. Así que, por cualquiera de las dos formas de cálculo, nuestro mundo no puede tener más de unos pocos miles de años.
Published in: on -12002013-11-23T19:58:21-12:0030000000bSáb, 23 Nov 2013 19:58:21 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 pm11  Comments (1)  

¿Cuál es la relación entre la fe y las obras?

Mt. St Helen

Por Matt Slick

La relación entre la fe y las obras es que las obras son el resultado de la fe. En la Biblia, la fe y las obras son con mucha frecuencia contrastadas. No son la misma cosa, y la combinación de fe y obras no trae salvación a ninguna persona. La salvación es solamente por la fe.
  • Ro 3:28: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.”
  • Ro 4:5: “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;”
  • Gá 2:16: “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.”
Los sistemas religiosos falsos siempre enseñan que la fe más las obras de una persona dan como resultado la salvación o que la salvación después de recibida se sostiene por las obras. Esto es falso, debido a que nuestras propias justicias son como trapos de inmundicia delante de Dios (Is 64:6). Por lo tanto, no podemos hacer nada para complacer a Dios por nuestras buenas obras. Gálatas 2:21 dice: “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”

La Fe sin obras es muerta

Santiago 2:26 dice que la fe sin obras es muerta, pero de lo que Santiago está hablando es que la fe muerta no produce obras. El contexto del capítulo empieza en el versículo 14 donde Santiago dice: “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” La fe de la que está hablando es la falsa, la cual más adelante clarifica cuando menciona cómo el diablo también cree en Dios (v. 19). El Diablo tiene una fe muerta: él solo reconoce la existencia de Dios.
Así que con un Cristiano verdadero, las buenas obras son el resultado de la fe salvadora, no un factor que contribuye a la salvación ni nuestras obras nos sostendrán nuestra salvación. Si éste fuera el caso, entonces la salvación sería por obras.
Published in: on -12002013-11-22T20:19:33-12:0030000000bVie, 22 Nov 2013 20:19:33 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 pm11  Comments (6)  

Dios y los ídolos

Vaticano

Salmos 115

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Dios y los ídolos

115  No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,     Sino a tu nombre da gloria,     Por tu misericordia, por tu verdad.

¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios?

Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho.

Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres.

Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven;

Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen;

Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta.

Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.

Oh Israel, confía en Jehová; El es tu ayuda y tu escudo.

10 Casa de Aarón, confiad en Jehová; El es vuestra ayuda y vuestro escudo.

11 Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová; El es vuestra ayuda y vuestro escudo.

12 Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá; Bendecirá a la casa de Israel; Bendecirá a la casa de Aarón.

13 Bendecirá a los que temen a Jehová, A pequeños y a grandes.

14 Aumentará Jehová bendición sobre vosotros; Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.

15 Benditos vosotros de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

16 Los cielos son los cielos de Jehová; Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.

17 No alabarán los muertos a JAH, Ni cuantos descienden al silencio;

18 Pero nosotros bendeciremos a JAH Desde ahora y para siempre. Aleluya.

Published in: on -12002013-11-21T22:09:18-12:0030000000bJue, 21 Nov 2013 22:09:18 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 pm11  Comments (2)  

Cómo leer la Biblia

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Cada día separe parte de su tiempo para leer la Biblia. Trate de apartar la misma hora cada día. Dedique tanto tiempo como sea possible sin dejar que interfieran otras cosas, pues será un tiempo más o menos largo el que necesite. Antes de comenzar la lectura pida la ayuda y bendición de Dios. Algunas personas han descubierto que llevar un diario les ha ayudado. Dé los siguientes pasos para sacer el mayor provecho posible de sus lecturas diarias.

  1. Seleccione un pasaje bíblico (puede hacerlo siguiendo la guia Lea la Biblia en un año),

2. Exámine su contenido:

¿De qué clase de libro está tomado? (Un libro biografico, como uno de los evangelios que narra la vida de Jesús; un libro histórico como el Segundo Libro de Samuel que relata el reinado del rey David; o una carta breve a una persona como las enviadas a Timoteo o a una iglesia específica como las epistolas a los Corintios.

¿Cuál es el enfoque general del libro? (No tiene que hacer estudios extensos sobre el libro, pero sientase con la libertad de leer el primero o el ultimo párrafo del libro y los subtitulos y las introducciones si su Biblia las tiene).

¿Qué ocurre o se discute en los pasajes que ha leido?

3. Lea el pasaje completo para formarse una idea de lo que en él se trata.

a. Identifique palabras y frases. ¿Hay alguna palabra o frase que se repite a través del pasaje? ¿Se discierne alguna relación de causa y efecto? (Las frases repetidas casi siempre están preedidas de si, entonces, pore so, porque, etc.) Se ha hecho alguna comparación? ¿Se contrastan personas, cosas o conceptos?

b. Lea el pasaje de nuevo y pregúntese cual es la intención o propósito del pasaje. Trate de encontrar lo que autor está tratando de decir. Debe ser honesto; no busque para encontrar solo lo que quiere oir. La Biblia contiene mensajes que pueden cambiar vidas.

4. ¿Qué ha aprendido acerca de Dios en este pasaje? ¿Qué ha aprendido acerca de la naturaleza humana? Pregúntese cómo se aplica este mensaje a su propia vida. ¿Hay algo en su vida que necesite cambiar para llegar a ser mejor hijo de Dios o más amante de su prójimo? Pídale a Dios que le ayude a hacer los cambios necesarios en su vida para llegar a ser una persona mejor.

Santa Biblia vs. Reina Valera

Published in: on -12002013-11-20T07:58:13-12:0030000000bMié, 20 Nov 2013 07:58:13 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 am11  Comments (3)  

No siempre sabemos por qué Dios permite la cosas, pero confiamos en El

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Respuesta: ¿Por qué permite Dios los terremotos, tornados, huracanes, tsunamis, tifones, avalanchas de lodo, y otros desastres naturales? La tragedia del tsunami en Asia a finales del 2004, El huracán Katrina en 2005, en el sureste de los Estados Unidos, y las avalanchas de lodo en el 2006 en Filipinas tienen a mucha gente cuestionando la bondad de Dios. Es triste que con frecuencia los desastres naturales sean nombrados como “actos de Dios” mientras que no se le da “crédito” a Dios por años, décadas, o aún siglos de un clima benéfico. Dios creó todo el universo y las leyes de la naturaleza (Génesis 1:1) La mayoría de los desastres naturales son el resultado de estas leyes en acción. Los huracanes, tifones y tornados son el resultado de la colisión de diferentes patrones climáticos. Los terremotos son el resultado de desplazamientos de las placas en la estructura de la corteza terrestre. Un tsunami es causado por un terremoto submarino.

La Biblia proclama que en Jesucristo subsiste el control de la naturaleza (Colosenses 1:16-17). ¿Podría Dios prevenir los desastres naturales? ¡Absolutamente! ¿Algunas veces influencia Dios el clima? Si, ver Deuteronomio 11:17 y Santiago 5:17. ¿Algunas veces causa Dios los desastres naturales como juicio contra el pecado? Si, ver Números 16:30-34. El libro de Apocalipsis describe muchos eventos que definitivamente pueden ser descritos como desastres naturales (Apocalipsis capítulos 6, 8 y 16). Entonces, ¿Es cada desastre natural un castigo de Dios? Absolutamente no.

De forma muy parecida a la que Dios permite que la gente mala cometa actos malvados, Dios permite que la tierra demuestre las consecuencias que tiene el pecado sobre la creación. Romanos 8:19-21 nos dice que, “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.” La caída de la humanidad en el pecado tuvo efectos en todo, incluyendo el universo que habitamos. Todas las cosas en la creación fueron sujetadas a la “vanidad” y a la “corrupción”. El pecado es la causa final de los desastres naturales, así como lo es la causa de la muerte, la enfermedad y el sufrimiento.

Así que, regresamos donde empezamos. Podemos entender por qué ocurren los desastres naturales. Lo que no comprendemos es por qué Dios permite que ocurran. ¿Por qué permitiría Dios que el tsunami matara a más de 225,000 personas en Asia? ¿Por qué permitió Dios que el huracán Katrina destruyera las casas de cientos de miles de gente? Lo que podemos saber es esto… ¡Dios es bueno! Hay muchos milagros asombrosos, que ocurren durante el proceso de desastres naturales –evitando una mayor pérdida de vidas. Los desastres naturales causan que millones de personas reevalúen sus prioridades en la vida. Cientos de millones de dólares en ayuda son enviados para auxiliar a la gente que está sufriendo. Los ministerios cristianos tienen la oportunidad de ayudar, ministrar, aconsejar, orar – y guiar a la gente a la fe salvadora en Cristo. Dios puede, y lo hace, traer grandes bienes de terribles tragedias (Romanos 8:28).

Published in: on -12002013-11-20T06:33:12-12:0030000000bMié, 20 Nov 2013 06:33:12 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 am11  Comments (3)  

¿Qué les espera a los que tratan de impedir que los niños vayan a Jesús?

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¿Qué les va a pasar a los que intentar impedir a los niños ir a Jesús?

“Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orare: y los discípulos los reprendieron. Pero Jesús les dijo: Dejad a los niños venir a mi Y NO SE LO IMPIDAIS porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de alli”.

Vemos que Jesús quería que los niños fueran a El, aprendieran de él, y que no quería que se les impidiese acercarsele. Esto es importante porque sabemos que conocer a Jesús desde niño te cambia la vida y te la enriquece mucho. Por desgracia ciertas religiones han usado el nombre del Señor para abusar de ellos, y lo que les espera a cada uno de estos malvados es de órdago. Dios ama a los niños, más aún que nosotros, por lo que no tendrá por inocente al culpable tal como pasa ahora. El castigo va a ser muy severo con gente de esta calaña. Se merecen lo peor.

Debido a esos abusos, algunos de aquellos niños son hombres hoy día, y ahora odian a Dios porque lo asocian con estos pervertidos. No olvidemos esto, porque el dirigente de este grupo ahora intenta ganarse el favor de la gente con buenas palabritas para que olviden lo pasado. No debemos caer en esa trampa. ¡Fuera con estos hipócritas!

En Mateo 18:6-9 dice:

“ Y cualquiera que haga tropezar a alguno de esto pequeños que creen en mi, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno y se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! Porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡hay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

Por tanto, si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti, mejor te es entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echando en EL INFIERNO DE FUEGO“.

Como la mayoría de ustedes seguramente experimentan en sus Iglesias, hoy día no se oye casi nunca predicar sobre el INFIERNO, pero el INFIERNO es real, porque Jesús habló de él más que del cielo. ¿Vamos a creer a Jesús o a los predicadores manipuladores que no quieren offender a nadie para que se llenen sus Iglesias?

Y si el INFIERNO no existe, no sé para qué nos molestamos en advertir a la gente su necesidad de arrepentimieno y salvación, porque en ese caso lo que hacemos no tiene sentido.

Una cosa es pensar que después de la muerte si no eres salvo no vas a sentir nada y vas a perecer para siempre, y muy otra saber que no solo te vas a perder la vida eternal con Dios sino que vas a sufrir ETERNAMENTE. ¿Cual es la verdad de esto? ¿Quien lo sabe con certeza? ¿Qué dirían ustedes?

Insto a todos los lectores a recordar que deben advertir a los que aman que existe un infierno y que les digan con conviccion y Fe no quieren que ellos vayan allí. Así se sentia el rico de la parabola de Lucas 16:19-30. Leanlo, alli verán la palabra “lugar de tormento” tres veces. El hombre rico queria que Abraham mandara a alguno a que se les avisara a sus hermanos para que no terminaran en el mismo lugar que el.

Santa Biblia, vs. Reina Valera

Published in: on -12002013-11-18T08:21:18-12:0030000000bLun, 18 Nov 2013 08:21:18 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 am11  Deja un comentario  

¿Acaso el libro Darwin’s Doubt [La Duda de Darwin] comete la falacia del Dios de los huecos?

Stephen C. Meyer  16 de octubre de 2013 | Permalink
¡Cuidado con el hueco!, reza la advertencia en el metro de Londres. ¿Son los huecos verdaderas discontinuidades en el mundo de lo viviente, debido a la infusión inteligente de información biológica en formas de vida no relacionadas entre sí por una continuidad biológica, o se trata de meros huecos en nuestro conocimiento?
En mis consideraciones anteriores (aquí y aquí) acerca de la reseña que hacía Charles Marshall en la revista Science de mi libro Darwin’s Doubt [La Duda de Darwin],1 respondía yo a la pretensión de Marshall de que la construcción de animales del Cámbrico no hubiera exigido unas grandes caantidades de nueva información genética, sino que hubieran sido producidos por el «recableado» de redes preexistentes de regulación génica del desarrollo.2 Exponía yo en dichas consideraciones que la propuesta de Marshall de un «recableado» de redes reguladoras génicas exigiría de por sí una infusión de nueva información en la biosfera, y que Marshall, en todo caso, se había limitado a empujar el problema del origen de la información atrás en el tiempo por algunas decenas o centenas de millones de años, postulando la existencia de un conjunto preexistente de genes para la construcción de  los animales del Cámbrico en algún hipotético antecesor en el Precámbrico.
Ahora procedo a analizar su pretensión de que el argumento del libro en favor de un diseño inteligente representa un argumento puramente negativo, del tipo «Dios de los huecos».3 En su reseña, Marshall dice:
El método científico de Meyer es puramente negativo. Argumenta que los paleontólogos son incapaces de explicar la explosión cámbrica, lo que abre la puerta a la posibilidad de la intervención de un diseñador. Esto, a pesar de su protesta en contra, es un (sofisticado) método del «dios de los huecos», un método que es problemático en parte porque futuros avances suelen proporcionar soluciones a problemas que habían parecido difíciles.
Aprecio el cumplido de Marshall acerca de la sofisticación con la que me supone que presento esta falaz forma de argumentación. Sin embargo, su descripción de mi argumento es completamente errónea. En primer lugar, aunque reconozco en el último capítulo de La Duda de Darwin que el argumento del diseño inteligente tiene implicaciones favorables para la creencia teísta (por cuanto todas las religiones teístas afirman que el universo y la vida son producto de una inteligencia que ha materializado  un diseño de manera deliberada), el argumento científico que presento no intenta establecer la existencia de  Dios. Más bien, intento establecer que las características clave de los animales del Cámbrico (y el patrón de su aparición en el registro fósil) tienen su mejor explicación como debidas a una inteligencia diseñadora —una agencia o mente consciente, racional— de alguna clase. Así, mi argumento no cae dentro del argumento del Dios de los huecos, por la sencilla razón de que el argumento no trata de establecer la existencia de Dios.4
Pero dejemos a un lado lo que Marshall pudiera considerar como una distinción trivial acerca de lo que pretendo —o más bien de lo que no pretendo— haber establecido acerca de la identidad de la inteligencia diseñadora responsable de la vida. Cuando él afirma que mi método es puramente negativo y solamente basado en «huecos» en nuestro conocimiento o en la narrativa evolutiva de la explosión cámbrica, Marshall implica que La Duda de Darwin elabora un tipo de argumentación falaz que los lógicos conocen como «argumento ad ignoratiam». El argumento basado en la ignorancia se da cuando se presenta evidencia en contra de una proposición X como la única (y concluyente) base para aceptar alguna proposición alternativa Y. Los argumentos basados en la ignorancia cometen un evidente error lógico. Omiten una clase necesaria de premisa, una premisa que proporcione un apoyo positivo para la conclusión, no sólo evidencia negativa contra una conclusión alternativa. En un contexto explicativo, los argumentos basados en la ignorancia tienen esta forma:
Premisa Única: La causa X no puede producir o explicar la evidencia E.
Conclusión: Por tanto, la causa Y produjo o explica E.
Los críticos de la tesis del diseño inteligente suelen afirmar que el argumento en favor del diseño inteligente comete esta falacia.5 Afirman que los defensores del diseño inteligente usan nuestra presente ignorancia de una causa materialista de la información especificada o funcional (por ejemplo) como la única base para inferir una causa inteligente para el origen de tal tipo de información en los sistemas biológicos. Por ejemplo, Michael Shermer describe de esta manera el argumento en favor del diseño inteligente: «El diseño inteligente … razona que la vida tiene una excesiva complejidad especificada (estructuras complejas como el ADN) … para haber evolucionado por fuerzas naturales. Por tanto, la vida tiene que haber sido creada por … un diseñador inteligente». En resumen, Shermer afirma que los proponentes del D.I. argumentan así:
Premisa: Las causas materialistas o los mecanismos evolutivos no pueden producir una información biológica novedosa.
Conclusión: Por tanto, la información biológica especificada fue producida por una causa inteligente.
Marshall se hace eco de la crítica de Shermer. Pero la inferencia al diseño que se desarrolla en La Duda de Darwin no comete esta falacia. Cierto, el libro ofrece algunos argumentos basados en evidencia (y matemáticamente rigurosos) en contra de la capacidad creadora del mecanismo mutación + selección natural (ninguno de los cuales refuta Marshall). Y, claramente, esta falta de conocimiento de ninguna causa materialista evolutiva adecuada de, por ejemplo, la información biológica necesaria para la producción de formas novedosas de vida animal, forma ciertamente parte del fundamento para la inferencia de un diseño inteligente que se presenta en La Duda de Darwin. (Sin embargo, es probablemente más exacto caracterizar esta «ausencia de conocimiento» como un conocimiento de incapacidad, por cuando deriva de una evaluación exhaustiva de las capacidades —y limitaciones— causales de diversos mecanismos evolutivos materialistas). En todo caso, el argumento que se presenta en el libro no es, en contra de lo que pretende Marshall, «puramente negativo», y por ello un argumento falaz basado en la insuficiencia de diversos mecanismos evolutivos materialistas (o de huecos en nuestro conocimiento).
En contraste, el libro presenta un argumento positivo del diseño inteligente como inferencia a la mejor explicación para el origen de la información genética (y epigenética) necesaria para la producción de las primeras formas de vida animal (así como de otras características de los animales del Cámbrico, como la presencia de redes de regulación génica que funcionan como circuitos integrados durante el desarrollo de los animales). Propone el diseño inteligente como la mejor explicación no sólo debido a que muchas líneas de evidencia arrojan actualmente dudas sobre la capacidad creadora de mecanismos evolutivos carentes de dirección, sino también debido a nuestro conocimiento positivo, basado en la experiencia, de las capacidades que tienen los agentes inteligentes para producir formas de información digital y de otras clases así como circuitos integrados. Como razono en el Capítulo 18 de La Duda de Darwin:
Los agentes inteligentes, debido a su racionalidad y conciencia, han demostrado la capacidad de producir información especificada o funcional en forma de disposiciones lineales con secuencias específicas de caracteres. Formas de información digital y alfabética son generadas de manera rutinaria por agentes inteligentes. Un usuario de computadoras que siga la información desde una pantalla a su fuente llega invariablemente a una mente —a un ingeniero informático o a un programador. La información que aparece en un libro o en una inscripción procede en último término de un escritor o de un escriba. Nuestro conocimiento del flujo de información basado en la experiencia nos confirma que los sistemas con grandes cantidades de información especificada o funcional se originan invariablemente en una fuente inteligente. La generación de información funcional está «habitualmente asociada con una actividad consciente». Nuestra experiencia uniforme confirma esta verdad obvia.6
Así, la insuficiencia de las propuestas causas o mecanismos evolucionistas materialistas es sólo una parte de la base del argumento en favor de un diseño inteligente. Además sabemos por una amplia y repetida experiencia que los agentes inteligentes pueden producir y producen sistemas ricos en información y circuitos integrados. Poseemos un conocimiento positivo basado en la experiencia de una causa suficiente para generar nueva información especificada y circuitos integrados, y es la inteligencia. No desconocemos cómo surgen la información o los circuitos. Sabemos por experiencia que unos agentes conscientes y racionales pueden crear estas estructuras y estos sistemas con abundante información. Citando de nuevo al teórico de la información Henry Quastler: «La creación de nueva información está habitualmente asociada con la actividad consciente».7 De hecho, siempre que aparecen grandes cantidades de información especificada o funcional en un artefacto o en una entidad cuya historia causal se conoce, de forma invariable una inteligencia creativa —un diseño inteligente—, tuvo un papel en el origen de dicha entidad. Así, cuando encontramos un gran aumento discontinuo en el contenido de información funcional de la biosfera como sucede en la explosión cámbrica, podemos inferir —basados en nuestro conocimiento de relaciones establecidas de causa y efecto— que una inteligencia operó de manera deliberada en la historia de la vida para producir la información funcional necesaria para generar estas formas de vida animal.
En lugar de constituir un ejemplo de una argumentación falaz en la que se inferiría un diseño deliberado sólo a partir de una premisa negativa, el argumento de un diseño inteligente que se formula en La Duda de Darwin adopta la forma siguiente:
Primera premisa: A pesar de una búsqueda y evaluación exhaustiva, ningunas causas materialistas ni mecanismos evolutivos han demostrado la capacidad de producir grandes cantidades de información especificada o funcional (o circuitos integrados).
Segunda premisa: Causas inteligentes han demostrado la capacidad de producir grandes cantidades de información especificada / funcional (y circuitos integrados).
Conclusión: El diseño inteligente constituye la mejor explicación, causalmente más adecuada para la información especificada / funcional (y circuitos) que se necesitó para producir los animales del Cámbrico.
La segunda premisa afirmativa en este argumento clarifica que el argumento en favor del diseño deliberado en La Duda de Darwin no constituye un argumento basado en la ignorancia, ni es tampoco un argumento «puramente negativo«. De hecho, además de exponer que las diversas causas materialistas carecen de una suficiencia causal demostrada, mi argumento en favor del diseño inteligente afirma también la suficiencia causal demostrada de una causa alternativa, esto es, la inteligencia. Mi argumento no omite proporcionar prueba o razones positivas para preferir una causa o proposición alternativa no materialista.
De hecho, el argumento en favor de un diseño inteligente que se desarrolla en La Duda de Darwin constituye una «inferencia a la mejor explicación» basada en nuestro mejor conocimiento disponible.8 Como observo en el Capítulo 17 del libro, para establecer una explicación como mejor, un científico histórico tiene que citar evidencia positiva por la suficiencia causal de una causa propuesta. A diferencia del argumento basado en la ignorancia, una inferencia a la mejor explicación no afirma la suficiencia de una explicación causal simplemente sobre la base de la insuficiencia de alguna otra explicación causal. En lugar de ello, afirma la superior capacidad explicativa de una propuesta causa basándose en su suficiencia establecida —conocida—, y basándose en una ausencia de eficacia demostrada, a pesar de una búsqueda exhaustiva, de cualesquiera otras causas adecuadas. Así, la inferencia al designio depende del conocimiento actual de las capacidades causales de diversas entidades y procesos materialistas (insuficientes) y de agentes inteligentes (suficientes).
Formulado de esta manera, el argumento al diseño a partir de información biológica ilustra también los cánones normativos de uniformidad de método empleados en las ciencias históricas. El método uniformista afirma que «el presente es la clave del pasado».9 En particular, el principio especifica que nuestro conocimiento de las relaciones uniformes de causa y efecto en el presente deberían regir cómo evaluamos la verosimilitud de las inferencias que hacemos acerca de las causas de sucesos en el pasado remoto. La determinación de cuál explicación es la mejor de entre un conjunto de alternativas enfrentadas depende del conocimiento de las capacidades causales de las posibles entidades explicativas, conocimiento que adquirimos mediante nuestras repetidas observaciones y nuestra experiencia de los patrones de causa y efecto en nuestro mundo.10 Este conocimiento, no ignorancia, subyace a mi inferencia al diseño inteligente a partir de características de los animales del Cámbrico. No constituye un argumento desde la ignorancia como tampoco lo es cualquier otra inferencia bien fundamentada en los campos de la geología, de la arqueología o de la paleontología —donde el conocimiento presente de las relaciones de causa y efecto guía las inferencias que los científicos hacen acerca de sucesos en el pasado.
Marshall trata mi argumento como si perteneciera a la categoría de «argumento del dios de los huecos» no porque realmente tenga la forma de un argumento lógicamente falaz «ad ignorantiam», sino porque tácitamente presupone que las causas materialistas serán en último término suficientes para explicar todos los sucesos de la historia de la vida, y que solamente esta clase de explicación cuenta como explicación científica. Pero sabemos por nuestra experiencia uniforme y repetida que algunos tipos de fenómenos —en particular la existencia de secuencias y sistemas con una gran riqueza de información— no surgen de procesos materialistas inconscientes. Sólo por esta razón, por ejemplo, ninguna persona razonable insistiría en que las inscripciones de la Piedra de Rosetta en el Museo Británico tienen que haber sido producidas por causas puramente materialistas como el viento y la erosión.
Pero Marshall y muchos otros biólogos evolutivos mantienen un compromiso a priori con una explicación puramente materialista para todos los sucesos en la historia de la vida, incluso sucesos como la explosión cámbrica, que necesariamente implican la generación de inmensas cantidades de nueva información funcional. Al privilegiar compromisos previos con una narrativa puramente materialista de una historia evolutiva sobre nuestro actual conocimiento de causa y efecto —en particular, sobre nuestro conocimiento de que los agentes inteligentes, y solamente agentes inteligentes, producen sistemas y estructuras ricos en información—, Marshall y otros pasan por alto los imperativos metodológicos del método uniformista, un privilegio al que nosotros no nos acogemos (acerca de lo que sucedió en el pasado evolutivo), y así pasan por alto aquello que sí observamos (las capacidades causales de diversas entidades y procesos). Así, irónicamente, Marshall hace precisamente lo que cree que yo estoy haciendo: permite que su compromiso previo con un sistema de creencias —el materialismo evolutivo— se imponga contra un análisis objetivo de la evidencia de las observaciones.
En mi siguiente contribución, concluiré mi respuesta a Marshall con un epílogo acerca de otras dos críticas sustanciales, aunque de menor entidad, contra La Duda de Darwin.
REFERENCIAS:
(1) Charles R. Marshall, «When Prior Belief Trumps Scholarship», Science 341 (September 20, 2013): 1344.
(2) Véase Stephen C. Meyer, «Para la construcción de nuevos animales, ¿no hace falta nueva información genética? Más en réplica a Charles Marshall», at http://sedin-notas.blogspot.com.es/2013/10/para-la-consstruccion-de-nuevos.html y Stephen C. Meyer, «Cuando la teoría se impone sobre las observaciones: Respuesta a la reseña de Charles Marshall de Darwin’s Doubt [La duda de Darwin]», en http://sedin-notas.blogspot.com.es/2013/10/cuando-la-teoria-se-impone-sobre-las.html.
(3) Marshall mantiene que Darwin’s Doubt presenta «un (sofisticado) método de “el dios de los huecos”. Charles R. Marshall, «When Prior Belief Trumps Scholarship», Science 341 (20 de septiembre de 2013): 1344.
(4) Este extremo lo explico de forma más detallada en mi libro anterior, Signature in the Cell [La firma en la célula], con estas palabras:
La teoría del diseño inteligente no pretende detectar una inteligencia sobrenatural poseedora de omnipotencia. Aunque el agente diseñador responsable de la vida bien puede haber sido una deidad omnipotente, la teoría del diseño inteligente no pretende poder determinar tal cosa. Debido a que la inferencia al diseño depende de nuestra experiencia uniforme de causa y efecto en este mundo, la teoría no puede determinar si la inteligencia diseñadora supuestamente responsable de la vida tiene o no poderes más allá de los que observamos en nuestra experiencia. Tampoco puede la teoría del diseño inteligente determinar si el agente inteligente responsable por la vida con su información actuó desde el ámbito natural o desde el «sobrenatural». Más bien, la teoría del diseño inteligente se limita a afirmar la detección de la acción de alguna causa inteligente (con un poder al menos equivalente a los que conocemos por experiencia) y afirma esto porque sabemos por experiencia que sólo agentes conscientes e inteligentes producen grandes cantidades de información especificada. La teoría del diseño inteligente no pretende la capacidad de determinar la identidad o ningunos atributos de dicha inteligencia, incluso si la deliberación filosófica o evidencias adicionales desde otros campos de conocimiento pueden proporcionar razones para considerar, por ejemplo, una hipótesis específicamente teísta del diseño inteligente. (pp. 428-429)
(5) A este respecto, por ejemplo, véase: W. Elsberry y J. Wilkins, «The Advantages of Theft over Honest Toil: The Design Inference and Arguing from Ignorance», Biology and Philosophy, 709-722; Robert T Pennock, Tower of Babel: The Evidence Against the New Creationism, 171-172; Edward O. Wilson, «Intelligent Evolution: The Consequences of Charles Darwin’s “One Long Argument”», Harvard Magazine, 29-33; Eugenie Scott y Glenn Branch, «“Intelligent Design” Not Accepted by Most Scientists,» School Board News, 13 de agosto de 2002 (http://www.ncseweb.org/resources/articles/996_intelligent_design_not_accep_9_10_2002.asp).
(6) Darwin’s Doubt, p. 360, citando a Henry Quastler, The Emergence of Biological Organization, p. 16. Énfasis añadido.
(7) Henry Quastler, The Emergence of Biological Organization, 16.
(8) Peter Lipton, Inference to the Best Explanation, 32-88.
(9) Este principio se basa en los argumentos de Charles Lyell, Principles of Geology, 75-91.
(10) Peter Lipton, Inference to the Best Explanation, 32-88.; Stephen C. Meyer, «The Scientific Status of Intelligent Design: The Methodological Equivalence of Naturalistic and Non-Naturalistic Origins Theories», en Science and Evidence for Design in the Universe, The Proceedings of the Wethersfield Institute, 151-212; Stephen C. Meyer, «The Demarcation of Science and Religion», en Gary B. Ferngren, ed., The History of Science and Religion in the Western Tradition: An Encyclopedia, 17-23; Elliott Sober, The Philosophy of Biology; Stephen C. Meyer, Of Clues and Causes: A Methodological Interpretation of Origin of Life Studies, disertación doctoral, 77-140.

Fuente: Evolution NewsDoes Darwin’s Doubt Commit the God-of-the-Gaps Fallacy?  16/10/2013

Redacción: Evolution News & Views © 2013 – www.evolutionnews.org
Traducción y adaptación: Santiago Escuain, publicado en sedin-notas.blogspot.com.es
© SEDIN 2013 – www.sedin.org


Publicado por  Santiago Escuain  para  <b>SEDIN – NOTAS y RESEÑAS</b>  el  10/31/2013 12:50:00 p.m.

Published in: on -12002013-11-16T07:17:40-12:0030000000bSáb, 16 Nov 2013 07:17:40 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 am11  Comments (7)  

¿Por qué Jesús, y no Mahoma, Buda o Confucio?

jesus-carpintero

¿Por qué Jesús, y no Mahoma, o Buda o Confucio?

Esto es lo que preguntan muchos. Vamos a explicar por qué Jesús es el único que tiene credenciales para ser el Salvador del mundo, Dios del universo y de todo lo creado. No hay ningún otro que pueda compararse a él. El es el ser más admirado y respetado que nunca haya existido.

Los creyentes creemos que Jesús es Dios hecho hombre. No tenemos ninguna duda, absolutamente ninguna. Tenemos pruebas mas que suficientes para estar seguros de que hemos encontrado la verdad sobre Dios. Jesucristo no dejó ninguna duda que era el Hijo de Dios con poder para demostrarlo.

Entonces, ¿cual es la diferencia entre Jesús y Mahoma, Buda o Confucio? Pues esta diferencia es que ninguno excepto Jesus declaró ser Dios en innumerables ocasiones y pudo demostrarlo.

Por ejemplo en Marcos 2:1-12 vemos a Jesús sanando a un paralítico. En esa ocasion se habian juntado muchos a oirlo predicar en una casa y unos hombres trajeron a un hombre que era paralítico. Como la casa estaba llena y no se podia pasar, quitaron varias tejas del terrado y descolgaron al hombre dentro de la casa para que Jesus lo viera y lo sanara. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre: “Hijo, tus pecados te son perdonados”.

Esto causó un gran revuelo entre los asistentes, en especial entre los escribas que eran estudiantes de las Escrituras. ¿Quien podia perdonar pecados excepto Dios?

Conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: “¿Por qué cavilais así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil decir al paralítico, tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda. Pues para que sepais que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa. Entonces se levantó enseguida y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa”.

Esta escena, al igual que muchas otras que vivió el Señor Jesús estando en la tierra, demuestra que Jesús es Dios. Solo Dios puede perdonar los pecados, y Jesús podía. Esto lo demostró sanando al hombre paralítico. Tal como él mismo dijo: ¿Qué es más fácil perdonar pecados, o decirle al hombre: Levantate anda y vete a tu casa? Perdonar los pecados es algo inmaterial que no se puede ver. Jesús decía que podia pero no lo podia demostrar de forma palpable. Sin embargo, para dejar sentado que él era Dios y con poder para perdonar los pecados, lo demostró de forma que no dejó dudas: Sanando al enfermo.

Como este tipo de milagros no los puede hacer un mortal, Jesús demostró ser Dios con el poder de sanar algo incurable para los hombres. De esta forma también demostró que podia hacer todo lo que decía, en este caso perdonar los pecados cometidos contra Dios.

Esto no lo ha podido hacer nunca ningún otro aspirante a Dios.

Por tanto, Jesús, el Hijo de Dios, es Dios y Señor de todos, y es a él únicamente a quien hay que darle culto, honor, y Gloria por los siglos de los siglos. Todos los demas son impostores.

Santa Biblia, vs. Reina Valera, 1960

Published in: on -12002013-11-11T09:14:28-12:0030000000bLun, 11 Nov 2013 09:14:28 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 am11  Comments (6)