¿Que quiere decir arrepentirse para salvación?
EL ARREPENTIMIENTO ES necesario para la salvación. La palabra Griega para arrepentimiento es «metaneo», que traducido al Español significa «cambiar de opinión». No significa «apartarse del pecado» ya que nadie puede hacerlo sin recibir una nueva naturaleza en Cristo o nuevo nacimiento. significaría hacer obras para la salvación y sabemos que la Biblia enseña que no somos salvos por obras, por ninguna buena obra que hagamos porque la salvación es por la gracia de Dios, es un regalo inmerecido (Efesios 2:8-9). Dios nos ofrece la salvación gratis si reconocemos nuestros pecados y creemos que Jesús murió en nuestro lugar en la Cruz para pagarlos y que resucitó al tercer día demostrando que realmente era quien decía ser: Dios Hijo.
SU AMOR HACIA LA humanidad y su tremendo sacrificio para nosotros es algo incomprensible para nosotros, es por eso que se requiere FE.
EL ARREPENTIMIENTO PARA salvación significa un cambio de mente en cuanto a las IDEAS del hombre aprendidas de las religiones falsas. El CAMINO DE Dios para la salvación es según enseña la Palabra de Dios. Muchos enseñan el arrepentimiento para salvación de forma incorrecta, incluyendo alguna forma de esfuerzo humano o justicia tal como el estar dispuesto a apartarse del pecado como si eso fuera posible. Esto niega el gran sacrificio de Dios en Jesucristo el cual sabe lo pecadores que somos.
EL PENSAR QUE ALGUNO puede salvarse por sus propios medios ha confundido a muchas personas porque AÑADE obras a la salvación la cual es un regalo de Dios en Cristo.
Es una tragedia que tantos creyentes vivan una vida Cristiana superficial. Debemos ayudar a estos creyentes enseñándoles sobre la importancia de vivir vidas de total dedicación y sumisión al señorío de Cristo en sus vidas, NO para ser salvo sino porque SON salvos.
AÑADIR BUENAS OBRAS a los requerimientos de la salvación no es el camino a Dios pues el Señor dijo: “YO SOY EL CAMINO”. El verdadero hijo de Dios no está bajo la ley sino bajo la gracia (Efesios 2:8-9) y este es el motivo de este artículo. Nos sometemos a Dios voluntariamente porque lo amamos y queremos agradarle, no porque queremos ganarnos la salvación por nuestros méritos. Todo el mérito pertenece solo a nuestro amado Señor Jesucristo.
¡A él sea todo honor y toda gloria!
La gracia de Dios 