CONTINUANDO CON LA HISTORIA DE ALBERTO Y LAURA (Tercera parte)
PASTOR: “Si continúan con la decisión de divorciarse solo se acarrearán mas problemas y sufrimientos. No podemos rebelarnos contra las leyes de Dios y esperar que nos vaya bien. “… el camino de los transgresores es duro” Proverbios 13:15b. Nunca encontraremos paz o felicidad buscándola. Tampoco alivio a los sufrimientos huyendo de ellos. Estas son consecuencias que escapan a quien las persiguen. La Paz y felicidad solo pueden venir para los que los que, en vez de buscarlas a su manera, se ENFOCAN en complacer a Dios y no a sí mismos. Si se arrepienten del pecado que han cometido en su corazón con la determinación de divorciarse y si me permiten ayudarles a aprender como hacer lo que Dios dice, alegría y paz vendrán mas pronto de lo que se imaginan.
Pero déjenme advertirles algo: No pueden hacer lo que Dios manda solo para aliviar sus sufrimientos; tienen que hacerlo primero y sobretodo por complacer a Dios.”
“Bueno, nosotros queremos complacer a Dios, por eso hemos venido a hablar con usted porque en el fondo sabíamos que el divorcio, sin bases, está mal. Esperábamos que pudiera ayudarnos a llevarlo a cabo en nuestro caso. Pero no puede ser ¿cierto?
“No, Laura, no puede ser, pero aprecio tu honestidad por lo que acabas de decir” dice el pastor.
”Pero ¿cómo es posible enmendar un caso tan malo como el nuestro?” pregunta Alberto. Claro que eso es lo que desearíamos sobre todo pero no parece realístico. ¿No está prometiendo algo que es imposible llevar a cabo?”. “Sé que esto suena casi imposible Alberto, pero si determinas andar en serio con Dios y lo obedeces, en un periodo de seis a ocho semanas puedes tener un matrimonio nuevo y feliz”.
“Eso suena totalmente imposible” dice Alberto. “Lo sé” responde el pastor, “pero lo he visto suficientes veces para saber que es cierto. Pero os advierto que no sucederá intentando dialogar, razonar o prometer no volver a hacer tal o cual cosa. Dios no se va a conformar con eso, Dios quiere acciones de cambios reales. Mucho de ello será difícil de llevar a cabo y no os gustará lo que Dios os diga qué tenéis que hacer. Pero tenéis que hacerlo de todas formas simplemente porque Dios lo dice—-para complacerle. Hay cosas concretas que tenéis que hacer y la primera es pedirle perdón por siquiera considerar el divorcio. Y después pediros perdón el uno al otro. ¿Qué os parece?”
“Supongo que no hay otro camino…Quiero intentarlo; en verdad nunca quise un divorcio” dicen los dos.
”Muy bien, pero dejadme dejar perfectamente claro la dinámica bíblica básica del amor. El amor verdadero NO es primero tener sentimientos románticos hacia la otra persona como hemos visto. Más bien el amor verdadero se manifiesta por medio de dar. Los sentimientos románticos se enfocan en uno mismo, son egoístas.
Prestad atención a lo que dice Juan 3:16…”Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna”. “Él me amó y se dio a sí mismo por mí” Gálatas 2:20: y recordad el versículo de Efesios que contiene las palabras ‘… como Cristo amó a la iglesia y se dió asimismo por ella’. En cada uno de esos pasajes vitales concernientes al amor de Cristo, el cual es el modelo de amor para cada marido y mujer, el amor está vinculado al dar, no a sentir algo especial. Con eso, por tanto, es por donde hay que empezar; tenéis que aprender a dar.
Debeis dar al otro todo lo que tengáis que el otro necesita. No va a ser siempre fácil porqué habéis adoptado patrones de querer, esperar y demandar del otro en vez de patrones de dar. Todo eso tendrá que cambiar. Tendréis que dar aún cuando el otro no está siendo muy agradable o amoroso hacia ti. Recordad, Jesucristo se dio a sí mismo por pecadores, rebeldes, enemigos. Sabéis que podéis hacerlo también porque Él nos dice: Haced el bien a vuestros enemigos. ‘Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber’…dale, dale. No dijo: Primero ten buenos sentimientos hacia él y entonces dale. No, simplemente dijo: dale. Tenéis que hacerlo con ganas o sin ganas (sentimientos buenos)”.
”Pero, responden, no nos hace eso ser hipócritas sin hacemos cosas por el otro sin ganas?” “No” responde el pastor…”de nuevo estáis pensando de acuerdo a la cosmovisión actual de actuar bien cuando se tienen buenos sentimientos hacia el otro. La hipocresía no se determina por si tienes ganas de hacer algo o no. A pesar de lo que digan muchos hoy día, debes hacer lo que Dios te dice que hagas para agradarle, tengas ganas o no las tengas”.
Continuaremos con la Cuarta Parte muy pronto.