Continuando con la historia de la Iglesia, llegamos al capítulo 2 del libro profético de Apocalipsis. En él leemos las profecías reveladas al apóstol Juan sobre el futuro de la iglesia.
Aunque este mensaje iba principalmente a las iglesias locales ya establecidas en esos días, también se puede aplicar a la evolución de la iglesia en los siguientes siglos y nos sirve también para reconocer que Dios sabe de antemano qué va a pasar y para estar vigilantes en cuanto a los maestros falsos o lobos rapaces como los llama Pablo en los Hechos de los Apóstoles.
Mensajes a las siete iglesias
La iglesia de Éfeso era la iglesia en general de esos días cuando Juan escribió este libro de Apocalipsis. Les dice: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos”.
Ya desde el primer siglo vemos que los maestros falsos infiltraban la iglesia. Mentían y engañaban a la gente. El Señor Jesús nos advirtió que el trigo crece con la cizaña y que a veces es difícil para la mayoría distinguir uno de lo otro. De ahí la importancia de estudiar la Palabra de Dios para poder reconocer lo que es de Dios y lo que es falso.
Continua:
“Y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor”.
Esta iglesia sufría persecución de los Romanos y de los maestros falsos. Trabajó mucho para extender el evangelio por el mundo entero, en especial el apóstol Pablo y las iglesias de los Gentiles. Pero parece que se habían olvidado de su primer amor: El Señor. Trabajaban mucho y hacían muchas cosas pero el amor al Señor se había enfriado. ¿Qué quiere decir esto? Cada uno debe meditarlo y quizá compartir con nosotros su opinión al respecto.
El segundo mensaje va dirigido a la iglesia en Esmirna. Ese fue el periodo de gran persecución, cuando a los cristianos y en especial a los apóstoles los acusaban falsamente y los echaban a la cárcel, en especial al apóstol Pablo.
“Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu probeza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”.
La siguiente es la iglesia de Pérgamo. Esta es la iglesia que empezó a conformarse al mundo y a apartarse de las enseñanzas fieles de Cristo y los apóstoles. Fue cuando el emperador Constantino legalizó el Cristianismo y los falsos maestros empezaron a tomar control de ella. Era alrededor del año 316 después de Cristo.
“Yo conozco tus obras, y donde moras, donde está el trono de Satanás”; pero retienes mi nombre y no has negado mi fe. . . “.
Y ahora llegamos al principio del Papado. La iglesia de Tiatira. Esta se desarrolló a partir de la de Pérgamo. Volvieron a la adoración de Baal; a la práctica del sacerdocio; a la idolatría de las naciones paganas, a la vida inmoral. Además, a través de los siglos sus dirigentes asumieron la posición de jefes de estado, tal como habían sido los Emperadores y los Cesares, y adoptaron el mismo estilo de pomposidad y vida que ellos. Construyeron grandes palacios llenos de joyas, oro, tapices, y a vestirse con las mismas ropas lujosas, coronas, tiaras, y costumbres diversas.
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificados a los ídolos”.
Santa Biblia, vs. Reina Valera
Notas de la Biblia de Scofield