Ante la reciente noticia de una matanza realizada en Noruega por un pretendido «cristiano fundamentalista» o «integrista», queremos desde SEDIN, Servicio Evangélico:
(1) manifestar nuestro dolor por tal hecho, y dar nuestra condolencia a las familias y amigos de las víctimas.
(2) condenar rotundamente y sin paliativos este y todo otro acto de violencia con cualquier excusa ideológica, contra cualquier persona o grupo.
(3) consignar a quien haya perpetrado tal hecho al curso de la justicia para responder de tal incalificable hecho, bajo todo el peso de la ley (Romanos 13:1-5 y ss.).
Ningún llamado cristiano puede arrogarse ningún derecho a ninguna acción destructiva contra las personas ni los bienes de su prójimo. Por el mal que realiza contra sus semejantes, sobre los que no tiene potestad de juzgar ni destruir. Por la deshonra que hace recaer sobre el cristianismo, dando una imagen radicalmente falsa y plenamente contradictoria de su actitud, misión y espíritu.
El cristianismo desde sus más radicales fundamentos condena y rechaza toda acción contraria al ejemplo de Jesucristo y a sus mandamientos claros y firmes para el testimonio de Su iglesia. «Porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas» (Lucas 9:56). Frente a la tendencia falsamente justiciera de los corazones pecaminosos de los hombres, la palabra de Dios deja claro que «la ira del hombre no obra la justicia de Dios» (Epístola de Santiago 1:20). El apóstol Pedro también nos amonesta así: «Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios …» (1 Epístola de Pedro, 3:8-18).
También Jesús nos amonesta desde el Monte de las Bienaventuranzas, capítulo 5, versículos 38 a 48:
38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. (Mateo 5:38-48)
Esto es cristianismo fundamentado. Toda otra actitud no procede del Señor Jesucristo ni del cristianismo, sino del diablo, que busca por todos los medios la confusión y la destrucción del hombre, bien mediante la persecución, bien mediante la corrupción. La violencia es antitética al cristianismo, que da testimonio de un Dios de amor, de gracia y de paciencia para con los hombres hasta el fin de la historia.
S. Escuain • SEDIN
* Nota:
Me uno a Santiago Escuain en su declaración sobre este terrible suceso. Mi opinión es exacta a la suya y él lo ha expresado a la perfección. Estamos muy tristes por lo sucedido. Quiero reiterar las palabras del Señor Jesús: «No todo el que me diga ‘Señor, Señor . . .entrará en el reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos'». A gente como la que ha perpetrado la matanza en Oslo, Jesús les dirá en aquel día: «Apartaos de mi, hacedores de maldad, NUNCA OS CONOCÍ».