La Biblia dice que Dios es Amor. Pero también dice que Dios es Santo, Santo, Santo. Esto lo repite tres veces, por lo que debe ser muy importante. Seguramente es el atributo que predomina sobre todos los demás.
Isaías 6:1-3
“En el año que murió el rey Uzías ví yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo:
Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de tu gloría”.
1Pedro 1:14-15
“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”.
Entonces, como Dios es Santo y es Amor, tenía que buscar una forma de salvarnos que no comprometiera esos atributos.
Dios nos creó para ser sus hijos y que estuviéramos siempre con El. Pero nos creó libres de escoger si lo íbamos a amar y por lo tanto a obedecer. Dios no creó robots. El hombre escogió desobedecer a Dios.
Como Dios es Santo, no podía pasar por alto el pecado. Instantáneamente la muerte entró en el mundo y el hombre supo que estaba desnudo, y se cubrió. Dios es intolerante del pecado, el más mínimo pecado es juzgado. En este caso, comer una fruta prohibida. Así fue como entró el pecado en el mundo y de esa forma pasó a todos los hombres, pues heredamos el pecado de nuestros padres.
Aunque parezca algo duro el que Dios castigara al hombre con la separación de él y la muerte, esto se ve actualmente así porque vivimos en un mundo muy permisivo y tolerante. El pecado es algo muy serio para Dios y no hay nadie que pueda escapar sus consecuencias, pues estas son intrínsecas en cada pecado cometido.
Muchos no saben que cuando se violan las leyes de Dios, automáticamente se pone en marcha el mecanismo de consecuencias. Dios no puede violar su esencia y naturaleza Santa. Todo dentro y fuera del universo se rige por estas leyes Santas. Por eso sabemos que Dios es intolerante del pecado.
Ahora bien Dios es también Amor. Y es por eso que siendo Santo y siendo Amor tuvo que buscar una manera de rescatar a sus futuros hijos sin violar su santidad. La solución fue él mismo hacerse hombre y venir aquí a pagar las consecuencias del pecado en nuestro lugar, y así habiendo cumplido con la justicia, darnos una nueva oportunidad de poder borrar de nuestra cuenta esos pecados. Un plan perfecto que demuestra su Amor y su Santidad. Muy costoso, pero Justo; otro atributo de Dios.
Hoy es Viernes Santo. Es el día que recordamos la muerte de Jesús, nuestro Señor. Aunque han pasado muchos años desde entonces, este día fue el más grande de toda la Historia. Dios murió por el hombre, el cual era su enemigo. En esto él demuestra un Amor desconocido por el ser humano.
El sacrificio de Jesús fue inmensurable. Nadie ha sufrido nunca lo que sufrió Dios ese día. No podemos ni empezar a imaginarlo.
Primero, la muerte de cruz dicen que es la muerte más horrible que se haya podido inventar. Es una muerte lenta, en la cual el peso del cuerpo hace que se resbale hacia abajo y la postura te impide respirar. Vas perdiendo sangre poco a poco, y la agonía es grande y lenta.
Además, a Jesús lo habían azotado y su espalda estaba en carne viva. Tenía que hacer presión para intentar levantarse un poco para poder respirar.
Pero a pesar de ese inmenso sufrimiento, había otro aún peor. Todos los pecados del mundo fueron cargados sobre él. Todos sabemos lo mal que nos sentimos cuando hacemos algo malo, ¿verdad? Pues imagínate lo que debió sentir Jesucristo al tener sobre si mismo de una vez, el peso de todos los pecados de la humanidad. No hay palabras para describir esto.
Finalmente, y lo que seguramente es lo peor de todo, su Padre amado le dio la espalda porque su Hijo en ese momento representaba el pecado a lo sumo, y en su santidad no podía estar unido al Hijo. Jesucristo se vio abandonado por todos.
Marcos 15:33-34
“Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
La muerte de Jesucristo en la cruz fue absolutamente necesaria si el hombre se iba a salvar. Solo él puede salvarnos, porque solo él tiene el derecho, debido a que nos compró con su sangre derramada en la cruel cruz.
Por eso puede decir: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mi.
Juan 19:30
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es”
La obra de la redención estaba consumada. Nuestro rescate estaba asegurado. La salvación es un regalo de Dios, pagado por Jesucristo. Es gratis para nosotros, pero a Dios le costó todo.
Romanos 6:23
2 Corintios 5:21
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hecho justicia de Dios en él”.
Hebreos 10:28-29
“El que viola la ley de Moisés por el testimonio de dos o tres testigos, muere irremisiblemente. ¿Cuanto mayor castigo pensaís que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
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