La física del vuelo
Si uno restringe la ciencia a lo exclusivamente natural, y presupone que la ciencia puede en principio llegar a toda verdad, entonces uno ha abrazado implícitamente el naturalismo filosófico. — Del Ratsch, filósofo
En el mundo de los animales voladores van saliendo a luz historias de una extraordinaria ingeniería física.
Vuelo pesado: Cuanto mayor es el animal, tanto más difícil el despegue. Esto es lo que dice Elizabeth Martin-Silverstone en The Conversation: los pterosaurios de mayor tamaño —los animales voladores más grandes de la historia— conseguían una hazaña que deja perplejos a los ingenieros. «Esperaríamos que un animal del tamaño de un pterosaurio grande sería demasiado grande para el vuelo». Observemos el gráfico de un pterosaurio Arambourgiania tan alto como una jirafa para ver por qué: nadie esperaría que una jirafa fuese a lanzarse al aire. ¿Cómo lo hacían los pterosaurios grandes? La totalidad de su cuerpo estaba diseñada para el vuelo: membranas delgadas, huesos huecos, y «un sistema respiratorio sumamente especializado, parecido al de las aves, con sacos aéreos además de sus pulmones», aunque no están relacionados con las aves en ningún esquema evolutivo. Tenían sacos aéreos incluso en sus cuellos, tronco y alas.
El pterosaurio Arambourgiania en comparación con el Tiranosaurio, el y el hombre. Imagen: Creative Commons
Los científicos solían creer que los grandes pterosaurios saltaban de acantilados para emprender el vuelo, pero ahora piensan que podían despegar por sí mismos desde una posición erguida, aunque nuevas estimaciones les atribuyen más peso que antes. Esto sólo añade al enigma. Martin-Silverstone, que realiza exploraciones mediante tomografía computarizada (TC) de huesos de pterosaurios para generar modelos en 3D, termina así su artículo:
Los paleontólogos siguen teniendo muchas preguntas acerca del vuelo de los pterosaurios gigantes. No comprendemos del todo cómo despegaban ni qué clase de voladores eran cuando estaban en el aire. ¿Batían las alas o aprovechaban corrientes ascendentes extendiendo sus alas? ¿Durante cuánto tiempo podían volar? ¿Cómo tomaban tierra? De hecho, algunas personas siguen creyendo que estos animales, con un tamaño como de jirafas, eran demasiado pesados para poder volar en absoluto. Pero, en tal caso, ¿qué hacían con sus alas? Estas son preguntas comienzan a tener respuesta con nuevos métodos y hallazgos de fósiles.
Vuelo ligero: National Geographic publicó un artículo sobre luciérnagas, incluyendo dos clips de video. La periodista Liz Langley se concentra en la atracción sexual de las luces más que en su diseño, que ella atribuye a una evolución ciega: «El gen de las luciérnagas que codifica la luciferasa es muy parecido a un gen productor de un ácido graso común», escribe citando a su experta Sara Lewis, autora de un libro sobre luciérnagas. «Es probable que un duplicado de aquel gen adquirió una mutación que hizo que produjese un poco de luz en un distante antecesor de las luciérnagas». Pero la semejanza no demuestra descendencia, como se demuestra en el apartado anterior sobre los pterosaurios. Lo que Lewis y Langley omiten describir es la estructura sumamente organizada de los órganos luminosos en las luciérnagas, que están dispuestos en unas magníficas formaciones (véase las ilustraciones del Oxford Journal) y que generan luz a la vez que protegen al insecto de los dañinos radicales de oxígeno. Langley observa, sin embargo, que el gen de la luciferasa ha habierto una nueva luz para la investigación médica, al permitir a los científicos seguir procesos celulares al conseguir iluminarlos.
Las para el vuelo: ¿Se agrandan las alas de las mariposas debido a las migraciones? Science Daily comunica un nuevo estudio acerca de las mariposas Monarca que planteaba la cuestión de si las Monarcas migratorias tienen alas de mayor tamaño que las Monarcas sedentarias. La respuesta parece ser afirmativa. Una investigación anterior no aplicó la corrección para la Regla de Bergmann, un principio biológico que dice que los animales ecuatoriales tienden a ser más pequeños que los que se encuentran en latitudes superiores. La corrección por la Regla de Bergmann seguía mostrando que las migratorias eran mayores. ¿Por qué? «Parece que el viaje de larga distancia actúa eliminando las monarcas más pequeñas cada año, quedando sólo las mayores, que luego pasan a reproducirse», dice el artículo. «En la población de monarcas sedentarias, esta selección no se da». La respuesta de la selección no explica cómo las Monarcas adquirieron sus alas para empezar. Si lo hiciera, ¿por qué el tamaño de las alas se detiene donde lo hace? ¿Por qué la selección no genera alas tan enormes como las de los pterosaurios? Tampoco explica la polilla Bogong, de menor tamaño, que también emprende migración a grandes distancias (Evolution News & Views). Además, hay más que las dimensiones en la dinámica de las alas. Consideremos las formas de las alas de los reactores comparadas con las alas de los biplanos para acrobacias. Las alas de las Monarcas no son muy diferentes en su forma que las de otras especies, pero consiguen volar distancias mucho mayores.
Abejorros: Terminamos con una cita de PhysOrg: «Consideremos la palabra “bumble” [abejorro, en inglés, es “bumble bee” o “abeja desgarbada”, similar en semejante a “abejorro”, que tiene una connotación despectiva]: “bumble” se define algo así como “moverse o actuar de una manera confusa, torpe o desgarbada”. Pero el abejorro, miembro del género Bombus, es cualquier cosa menos torpe. En realidad, estos insectos son aviadores expertos, y se posan con la mayor precisión en el interior de las flores, haciendo desprender el polen de sus estambres.»
«Aviadores expertos.» Sean tan pequeños como la mosca del vinagre o tan grandes como un pterosaurio con la estatura de una jirafa, los animales voladores exhiben un magistral aprovechamiento de la física. ¿Es creíble proponer que la evolución consiguió llegar cuatro veces al vuelo motorizado (insectos, quirópteros, aves y pterosaurios)? Invitamos a los que sepan inglés a ver Flight: The Genius of Birds, el espléndido documental sobre el vuelo en el mundo viviente producido por Illustra Media. Este documental explica por qué la producción del vuelo motorizado exige contemplar el objetivo final, y la disposición de múltiples sistemas independientes para el propósito de superar la gravedad. Unos órganos especializados para este fin, como pulmones, músculos, huesos, sistemas digestivos, sistemas excretorios, sistemas circulatorios, sistemas reproductivos, sistemas nerviosos, instintos, y todos los demás, tienen que contribuir al fin último, de manera simultánea y efectiva. Es irracional creer que esto podría haberse conseguido incluso una sola vez mediante procesos ciegos. ¿Y cuatro veces? ¡Una irracionalidad a la cuarta potencia! El conocimiento experto que lleva a la aviación es una exhibición de diseño deliberado superinteligente, desde la más diminuta luciérnaga al mayor pterosaurio, e incluyendo todo lo que hay en medio. ¡Demos honra a quien se la debemos dar!:
«Pero pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán;
A las aves de los cielos, y ellas te informarán.
O habla a la tierra, y ella te enseñará;
Los peces del mar te lo declararán también.
¿Qué cosa de todas éstas no entiende
Que la mano del SEÑOR la hizo?
En su mano está el alma de todo viviente,
Y el hálito de todo el género humano.»
(Libro de Job, 12:7-10)
Fuente: Creation·Evolution Headlines – Flying Physics 7/07/2016
Redacción: David Coppedge © 2016 Creation-Evolution Headlines – http://crev.info/
Traducción y adaptación: Santiago Escuain, publicado en sedin-notas.blogspot.com.es
© SEDIN 2016 – http://www.sedin.org
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Publicado por Santiago Escuain para <b>SEDIN – NOTAS y RESEÑAS</b> el 7/16/2016 09:36:00 p. m.