«¿Podrías explicarme de dónde sale la fuerza que sustenta el Universo, los pentatrillones de toneladas que flotan en el espacio? Porque el Big bang no lo explica; es presentado como una gran explosión y luego se argumenta sobre lo que nadie comprobó.
Y la gravedad tampoco explica nada; el hombre solo ha podido comprobar su existencia, pero no su causa.
Perdóname, pero hay 25 órbitas diferentes; astros con trillones de toneladas de peso, perfectas cada una, venciendo la fuerza de atracción de astros mayores porque permanecen fuera de su campo de acción. Pensar que salieron del azar, comenzaron a orbitar por azar, y se sustentan así por azar, es cualquier cosa menos científico.
Como si viéramos al azar hacer prodigios cada día. Es que resulta irracional, vaya. Se niega lo que se ve, y se especula sobre lo que no se ve.
Por otra parte: ¿Chapucero un Programador capaz de crear con solo 4 letras biológicas millones de programas distintos, garantizando la vida desde el embrión, desarrollo, mantenimiento, y hasta la muerte?
¿Chapucero un Creador capaz de generar con solo 4 letras biológicas, solo en el caso humano, un Programa con 6,4 mil millones de bits de información, perfectamente secuenciados, perfectamente regulados, con interruptores biológicos, con la confección de 10000 proteínas diferentes, previendo incluso su reposición, para crear y mantener vida casi desde la nada?
¿Acaso tú o algún conocido tuyo podría hacerlo mejor? ¿Algún Nóbel lo mejoraría? Hermano, si algo he visto como factor común en la defensa evolutiva, es la carencia de humildad. Es como si todos fueran cortados por un mismo patrón.
Ya sé que la presión de perder las subvenciones es mucha, pero deberían controlarse un poco, ser un poco menos soberbios, ególatras y vanidosos. Cuando no se puede desmentir una realidad que atenta contra lo que les han propugnado, la solución no debe ser la ofensa; eso no es ético.
Con respecto al terreno de las ideas, y contestando tu planteamiento sobre los cánceres, te diré que la causa de la muerte es el pecado. Y eso estaba en los planes de Dios; si conocieras la vida en el espíritu, lo verías de otra forma: la muerte solo es una puerta abierta hacia otra dimensión. Todos moriremos y todos debemos sufrir nuestra propia muerte; solo que algunos se van antes que otros. Pero el que se vaya, si ha sido buena persona, te aseguro que estará en un sitio mejor que este; ha sido un afortunado, su sufrimiento fue premiado.
Dios lo tenía planeado; cuando Adán le falló en desobediencia, dictó su sentencia: «Muriendo, morirás». Eso es lo que aparece en el Bereshit 2:17, la tradición judía con la que Jesús enseñaba.
Al hacer la traducción al griego, para crear el libro ‘Génesis’, el hombre dio otra prueba más de lo autosuficiente que se cree. Al ver ese «muriendo, morirás», y no poder darle explicación desde la inteligencia y conocimientos humanos, tradujeron lo que les dio la gana: «De cierto morirás».
Pero, hoy, con el conocimiento de la genética, sabemos que ‘morimos según se muere nuestro ADN’, tal como sentenció el propio Dios: «muriendo, morirás».
La muerte, el sufrimiento, son etapas por donde todos tenemos que pasar para entrar en la otra dimensión. Según lo hagamos en vida física, iremos a un sitio u a otro del mundo espiritual; yo quiero estar en el que Cristo tiene preparado para los fieles. No sé tú; pero deberías empezar a mirar con otra óptica, por el bien de tu alma.
Podrías explicarme de dónde sale la fuerza que sustenta el Universo, los pentatrillones de toneladas que flotan en el espacio? Porque el Big bang no lo explica; es presentado como una gran explosión y luego se argumenta sobre lo que nadie comprobó.
Y la gravedad tampoco explica nada; el hombre solo ha podido comprobar su existencia, pero no su causa.
Perdóname, pero hay 25 órbitas diferentes; astros con trillones de toneladas de peso, perfectas cada una, venciendo la fuerza de atracción de astros mayores porque permanecen fuera de su campo de acción. Pensar que salieron del azar, comenzaron a orbitar por azar, y se sustentan así por azar, es cualquier cosa menos científico.
Como si viéramos al azar hacer prodigios cada día. Es que resulta irracional, vaya. Se niega lo que se ve, y se especula sobre lo que no se ve.
Jolimu