El Jesús que nunca conocí: La tentación

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Estoy leyendo un libro increíble y maravilloso del autor cristiano Philip Yancey titulado “El Jesús que nunca conocí”. Esta es la tercera vez que lo leo y aún no me canso de leerlo. Siempre que lo vuelvo a leer, aprendo cosas nuevas sobre Jesús que son asombrosas.

En él, el autor comenta su viaje a Rusia en tiempos cuando que el imperio de la Unión Soviética se estaba desintegrando. Pudo comprobar según sus propias palabras que “setenta y cuatro años de comunismo habían demostrado, más allá de toda duda, que la bondad no se podía legislar desde el Kremlin y obligarse a punta de pistola. Resulta una ironía contundente que los intentos de obligar a la moralidad suelen producir personas desafiantes y gobernantes tiranos que pierden su sentido de moral“. Esta última frase en negrita es aplicable (literal y prácticamente en su totalidad) a algunas congregaciones evangélicas de la actualidad. Inmediatamente después de presentar esta experiencia, Philip Yancey hace una analogía entre el poder de Satanás y el de Dios, mencionando la lucha en el desierto entre Jesús y su tentador. El autor haciendo una paráfrasis de dicho diálogo comenta: La tentación desenmascaró a Satanás, y Dios siguió siendo el mismo. “Si eres Dios”, dijo Satanás, “sorpréndeme y actúa como Dios debiera actuar”. Jesús contestó: “Sólo Dios decide estas cosas, por lo tanto no voy a hacer nada sólo porque me lo pidas.” El diablo tiene el poder de coaccionar, de deslumbrar, de forzar a la obediencia, de destruir. Los humanos han aprendido mucho de ese poder… … El poder de Dios, por el contrario, es interno y no coercitivo. Ese poder a veces puede parecer como debilidad. En su compromiso por transformar suavemente desde adentro y en su inquebrantable dependencia de la elección humana, el poder de Dios puede parecerse a una especie de abdicación. Como saben los padres y los enamorados, el amor se puede volver impotente si el amado decide desdeñarlo. A veces desearía que Dios empleara un toque más fuerte. Mi fe sufre a causa de demasiada libertad, de demasiadas tentaciones de incredulidad. A veces deseo que Dios me abrume, supere mis dudas con certidumbre, brinde pruebas definitivas de su existencia y de su preocupación. Deseo respuestas rápidas y espectaculares a mis oraciones, sanidad para mis enfermedades, protección y seguridad para mis seres amados. Cuando pienso en estos términos, veo en mi mismo un eco débil y resonante del desafío que Satanás le lanzó a Jesús hace dos mil años. Dios resiste estas tentaciones y opta por una forma más lenta y discreta. George MacDonald dijo: En lugar de aplastar el poder del mal con su fuerza divina; en lugar de imponer justicia y de destruir a los injustos; en lugar de establecer la paz mediante el gobierno de un príncipe perfecto; en lugar de juntar a los hijos de Jerusalén bajo Sus alas, quisieran o no, para salvaguardarlos de los horrores que angustiaban su alma profética, dejó que el mal hiciera su labor mientras pudiera; se contentó con los caminos lentos y desalentadores de ayudar en lo esencial; hacer buenos a los hombres; arrojar, y no simplemente controlar, a Satanás… Amar la justicia y hacer que crezca, no desquitarse… Resistió todos los impulsos de actuar más rápidamente para conseguir un bien menor. Y continúa Philip Yancey: Lo más sorprendente de Dios es su negativa a actuar. La terrible insistencia de Dios en la libertad humana es tan absoluta que nos dio poder para vivir como si Él no existiera, para escupirle el rostro, para crucificarlo. Todo esto lo tuvo que saber por anticipado Jesús cuando se enfrentó con el tentador en el desierto, centrando su grandioso poder en la fuerza de refrenarse Creo que Dios insiste en refrenarse porque ningún despliegue pirotécnico de omnipotencia conseguiría la respuesta que desea. Aunque se puede obligar a la obediencia por la fuerza, sólo el amor puede producir una respuesta de amor, que es lo que Dios desea de nosotros y la razón por la que nos ha creado. Hasta aquí el increíble texto de Yancey. Ese “poder de refrenarse”… ¿quién lo posee? Algunos cuentan hasta diez antes de explotar, otros ni recuerdan el “uno” que ya están rojos de ira. Pero, poseer TODO el poder y refrenarse por amor, es algo inconmesurablemente hermoso. Este freno de Dios es precisamente una demostración del increíble poder de Dios. Quien sabe contenerse. Sabe soportar. Es generoso en paciencia. En la tapa posterior del libro escriben lo siguiente: «¿Qué sucede cuando un prestigioso periodista cristiano decide poner á un lado sus prejuicios para escudriñar detenidamente al Jesús que se describe en los Evangelios? ¿Qué parecido tiene el Jesús del Nuevo Testamento con el Jesús “nuevo, redescubierto” o incluso con el Jesús que creemos conocer tan bien? El autor de éxitos editoriales Philip Yancey dice: “El Jesús que llegué a conocer al escribir este libro es muy diferente del que me enseñaron en la escuela dominical. En algunos aspectos es más reconfortante; en otros, más aterrador.” Yancey ofrece una perspectiva nueva y diferente de la vida de Cristo y de su obra —su enseñanza, sus milagros, su muerte y su resurrección— y en última instancia, quién fue y por qué vino. Al relacionar los acontecimientos de los Evangelios con el mundo en que vivimos hoy, El Jesús que nunca conocí nos ofrece una descripción conmovedora y reconfortante del personaje principal de la historia. Siempre dispuesto a abordar preguntas difíciles, Yancey examina las palabras radicales de este carpintero y se pregunta si lo estamos tomando lo bastante en serio en esta época nuestra. Desde el pesebre de Belén hasta la cruz de Jerusalén, Yancey presenta una personalidad compleja que provoca interrogantes y respuestas. Es un Jesús perturbador y estimulante que quiere transformar radicalmente nuestra vida y ensanchar nuestra fe. El Jesús que nunca conocí pone al descubierto a un Jesucristo brillante, creador, desafiante, audaz, compasivo y convincente. Este libro le ayudará a descubrir a un Jesús diferente de la figura tradicional de la Escuela Dominical, del Salvador de dulce sonrisa encasillado en determinados moldes religiosos. Philip Yancey es redactor especializado de la revista Christianity Today

Published in: on -12002015-06-08T11:34:16-12:0030000000bLun, 08 Jun 2015 11:34:16 -1200-12:00 23, 2008 at 11:59 am06  Comments (5)  

5 comentariosDeja un comentario

  1. “Resulta una ironía contundente que los intentos de obligar a la moralidad suelen producir personas desafiantes y gobernantes tiranos que pierden su sentido de moral“

    Estupendo y totalmente de acuerdo, en serio lo digo.
    Ahora la pregunta es: ¿Cuándo reconoceréis que debéis aplicarlo a vosotros mismos, a TODOS los evangélicos y otras religiones, empezando por uno mismo?

  2. Gracias por tu comentario. Las iglesias evangelicas no imponen nada. Cada uno es libre de aceptar la doctrina o rechazarla. Nadie obliga a nadie a asistir a la iglesia, excepto los padres a los hijos, y ésto porque es su obligación y necesario guiarlos al conocimiento de Dios.

  3. Los que imponen sus dogmas hoy día a todos los demas, de hecho son los profesores evolucionistas que suelen ser sobre todo los biólogos y profesores de ciencia. Ellos son una minoría pero les han impuesto la evolución en los colegios a todos, incluidos a los hijos de los creyentes.

    Esta teoría de la evolución es en realidad UNA RELIGIÓN:LA RELIGIÓN ATEA, por la cual declaran que la ciencia es verdaderamente el dios de este mundo.

    Por eso enseñan que el mundo no lo creó Dios sino que se hizo solo por medio de la evolución. Por eso enseñan que el mundo no tiene unos pocos miles de años tal como se pueden calcular por medio de la Biblia, sino millones y millones de años. Todas estas enseñanzas tienen el propósito de desacreditar la Palabra de Dios y de esa forma robar la fe de los hombres.

    A los hombres pecadores les encantan estas enseñanzas, porque si esto demuestra que la Biblia no es cierta entonces quiere decir que los mandamientos del Dios de la Biblia tampoco son ciertos, y por lo tanto pueden vivir en pecado sin problemaS. Pero se engañan a ellos mismos y a los demas: todos los pecados traen problemas y gordos.

    Sin embargo, como el mundo occidental en su mayoría, America y Europa, sí cree en el Dios de la Biblia, los ateos por ahora son minoría. Siendo minoría han conseguido imponernos a todos los dogmas de la teoria de la evolución, y lo vemos en la juventud y la inmoralidad que los caracteriza. La evolución nos ha traido la degeración sexual que vemos ahora en estos paises.

    Muchos padres que no quieren que se les enseñe a sus hijos la inmoralidad que acompaña a la teoria de la evolución han tenido que sacar a sus hijos de los colegios y enseñarles en sus casas. Esto pasa en los Estados Unidos donde hay libertad para esto.

    No solo esto, sino que encima los evolucionistas acusan a los creyentes de imponer sus creencias sobre otros, cuando son ellos precisamente los que las han impuesto.

    No se dejen engañar, protesten por estas cosas porque están destruyendo a los niños y jóvenes por medio de la enseñanza atea.

    Saludos a todos

  4. Es absurdo hablar de religión atea, por lo demás todo de acuerdo.
    Saludos

  5. Para algunos puede que sea absurdo hablar de religion atea, pero eso es porque no saben la verdad de ello.

    Religión es la creencia que una persona tiene sobre Dios. Puedes tener la creencia que Dios existe y entonces eres creyente, o puedes tener la creencia que Dios no existe, entonces eres ateo. Pero de todas formas tu creencia sobre Dios, es tu religion.

    Los ateos en algunos paises, como los presos, han solicitado tener ciertos derechos igual que los cristianos. Quieren tener un día a la semana para discutir sus ideas y celebrarlas. ¿Adivina qué día han escogido? Pues el Domingo.

    Esto está sucediendo hoy día hasta en algunas universidades famosas. ¡Cómo no! Precisamente es en las universidades donde hay mas ateos. Creo que ahora celebram una especie de culto.

    Todo esto es irónico porque de hecho las primeras universidades se fundaron para estudiar teología. Si no hubiera sido por la Fe Cristiana y las Sagradas Escrituras no tendríamos universidades hoy día. Ha sido el estudio de la Biblia la que inspiró todo el estudio avanzado y la mayoría de los científicos de antaño eran creyentes.

    ¡Cómo ha cambiado el mundo! Señales de los últimos días.


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